Las antiguas crónicas marinas, sobre todo aquellas que tienen que ver con los mares del norte, sobre todo en las costas que bañaban el litoral de Noruega e Islandia, y que están narradas especialmente en los relatos que componen la mitología escandinava, hablan de un monstruo marino gigante y misterioso que tenía atemorizadas a las naves de la época.
Se dice que la criatura tiene forma de pulpo o de calamar gigante, llegando a medir más de dos millas. Era poseedor, además, de unos grandes y largos tentáculos que podían agarrarse con tremenda facilidad a los mástiles de los barcos y, de este modo, ser capaz de llevarlos hasta el fondo del mar; el resultado de esta terrible acción podía ser de dos formas: la primera, que la tripulación se ahogase junto con el barco, la segunda, que esta fuese devorada sin piedad por el Kraken.
Las primeras noticias que tenemos de este terrible animal datan del siglo XII y proceden de Noruega, las cuales nos hablan de una gigante criatura que posee el tamaño de una isla. Además, el célebre escritor Julio Verne también hace referencia a él en su genial novela “Veinte mil leguas de viaje submarino”.
Sin embargo, lo que más asusta de este terrible monstruo marino es que de todos los que tenemos constancia, posiblemente sea el que tenga más probabilidades de existir realmente. En este sentido, en la actualidad son bastantes las pruebas que tenemos sobre la existencia de un tipo de calamar gigante, que va de los 15 a los 20 metros de longitud, y que habitaría en las profundidades de los mares.
No obstante, y por fortuna para los marineros, el Kraken no se deja ver a menudo, aunque algunos han creído verlo en alta mar. Dicen que, mirando al fondo del mar desde la superficie, es posible ver unos grandes ojos rojos.
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